Desde tiempos remotos el ser humano ha utilizado la naturaleza no sólo como fuente de salud sino también como instrumento para desarrollar la magia, una de las artes más ancestrales. Las esencias mágicas son preparadas a base de productos naturales que potencian en la psique las condiciones favorables para conseguir aquellos deseos que invaden nuestro pensamiento y, a veces, nos llegan a enfermar el cuerpo. ¡Aprende cómo preparar estas esencias y mejora tu vida!
Olvidadas las cualidades de estos productos que cada día parecen más lejos de nuestra vida cotidiana, plantas, flores y frutas siguen siendo portadores en esencia de sustancias y perfumes que, tratados de forma específica, se interrelacionan con nuestro cuerpo y nuestra mente, otorgando beneficios sorprendentes.
En la siguiente página te contamos qué esencias hay y para qué sirve cada una.
Al final de todas las esencias y sus propiedades, os contamos cómo elaborar tú misma las esencias de una forma rápida y barata. Magia casera que surte efecto seguro.
Algunas de las esencias y sus propiedades
Esencia de ámbar: Propicia la prosperidad. Mejora las situaciones en general. Cambia las energías negativas por positivas. Ayuda a conseguir la serenidad. Potencia la atracción de la persona que deseamos y asegura la fidelidad. Elimina obstáculos, roces, resentimientos y rencores de las personas con las que vivimos.
Esencia de avellana: Propicia el equilibrio interior. Armoniza las fuerzas del Ying y el Yang.
Esencia de azahar: Afrodisíaco. Amor. Alegría. Suerte y dinero. Provoca sueños que liberan las tensiones emocionales del inconsciente. Muy útil para la meditación.
Esencia de azucena: Otorga paz. Calma el dolor producido por las rupturas sentimentales. Favorece la conquista de la madurez, permitiéndonos que nuestra mente se abra para conseguir los proyectos que hemos iniciado.
Esencia de canela: Afrodisíaco. Protección. Para curar. Otorga energía al cuerpo. Da seguridad. Aumenta la capacidad para penetrar en nuestra conciencia psíquica. Para mejorar nuestra economía.
Esencia de espliego: Tranquilizante. Repele la depresión. Aleja la tensión y la ansiedad. Calma la violencia emocional y fortalece la razón. Tonifica el sistema nervioso. Favorece el amor espiritual. Otorga paz y felicidad. Para conciliar el sueño. Protección. Purificación. Para tener claridad de ideas. Eleva el espíritu.
Esencia de eucalipto: Protección. Purificación de ambientes donde ha habido discusiones y peleas físicas. Fomenta la salud. Acelera los procesos de curación. Para alcanzar el éxito y la prosperidad.
Esencia de incienso: Purificación. Protección, Limpia el ambiente de energías negativas. Otorga energía personal. Muy adecuado para rituales de adoración y evolución.
Esencia de jazmín: Afrodisíaco. Atrae la buena suerte en el amor. Atrae la abundancia. Alivia la depresión. Calma los nervios. Relaja el cuerpo. Elimina las preocupaciones respecto al futuro. Eleva el espíritu. Favorece la autoestima.
Esencia de lila: Aumenta el amor. Purifica personas y ambientes. Ayuda a ser más flexible con uno mismo y con los demás. Ayuda a que seamos más tolerantes.
Esencia de limón: Purificación. Alivia el estrés y calma los nervios. Atrae alegría. Estimulante general. Para conservar la salud. Favorece las energías positivas.
Esencia de menta: Limpieza ritual. Revitaliza el cuerpo y la mente. Contra el agotamiento. Acelera la curación del cuerpo. Reconforta cuando hemos perdido a un ser querido. Restituye la concentración y la memoria.
Esencia de orégano: Aumenta la claridad del subconsciente. Ayuda a relajar tensiones y preocupaciones espirituales. Potencia los negocios. Purifica personas y ambientes.
Esencia de romero: Limpieza de personas y de casas. Potencia las propiedades mágicas. Afianza la seguridad en uno mismo. Contra el odio y el temor. Para conseguir una relación amorosa. Aclara la mente. Aumenta la memoria.
Esencia de rosa: Afrodisíaca. Amor. Alivia los problemas sexuales de las mujeres. Resuelve los casos de impotencia psicológica de los hombres. Inspira sentimientos de paz y felicidad.
Esencia de tomillo: Da fuerza y valor. Para conservar la salud. Ayuda en la depresión. Induce sueños agradables. Evita pesadillas.
En la siguiente página te decimos cómo elaborar tú misma las esencias de una manera super fácil y sencilla. No seas pava y pone manos a la obra ya.
Cómo elaborar las esencias
Todos podemos fabricar las esencias mágicas que pueden transformar nuestras vidas. Sólo se necesita un poco de paciencia y las siguientes instrucciones, entre las que el elemento fundamental que hay que considerar es el estado de la Luna.
Si lo que queremos es aumentar un hechizo, un sentimiento o un estado debemos recolectar las plantas o flores cuando la luna esté creciente. Si lo que queremos es que algo disminuya en fuerza o en intensidad, se deberá hacer con la luna menguante, y para realizar una transformación, conseguir un nuevo proyecto o un nuevo estado la luna ha de ser nueva.
El cuidado y mimo con que debemos tratar a nuestras plantas durante su crecimiento es fundamental, por ello siempre será más beneficioso que seamos nosotros mismo los que las plantemos, en lugar de comprarlas. Hay que tener en cuenta que las plantas son seres vivos como los seres humanos y como tales se han de tratar con respeto.
Es recomendable utilizar en cada esencia una sola planta, con el fin de conseguir la planta madre más auténtica, que es la sustancia más preciada del proceso. Depositar las hojas y tallos o flores, que deben ser frescos, no secos, en un frasco de cristal. Se añade el alcohol de 60º o 96º, hasta recubrir enteramente las plantas. Ahora comienza la paciente labor de dejar que el alcohol se haya evaporado completamente. Una vez que se haya eliminado se procede a retirar los restos de hojas y tallos.
En el fondo del frasco se verá cómo se ha formado una mezcla oscura, de tono marrón, parecida a una costra o un pequeño residuo, que es la llamada esencia madre, es decir, el aceite que ha desprendido la planta gracias a la ayuda del alcohol.
Para poder trabajar con la esencia madre se debe añadir en este paso aceite de almendras dulces. Este aceite es el recomendado porque no desprende olor y tiene muchas propiedades curativas a su vez. A continuación se ha de proceder a remover el aceite e intentar desprender la esencia madre con una cuchara de palo o cualquier otro instrumento de madera, nunca de metal o plástico.
Una vez realizado este proceso, se ha de dejar reposar la mezcla que estará lista cuando se observe un color homogéneo y que ésta desprende un agradable y perfumado aroma. Entonces será cuando ya tengamos la esencia madre que debe dejarse guardada en una botella de cristal con un tapón de corcho. Si no se va a utilizar inmediatamente será aconsejable sellarla con cera.
Para lograr una mayor duración de la esencia madre, se pueden hacer disoluciones de la misma, es decir, sacar más aceites de ella, lo que se conseguirá añadiendo unas siete gotitas de esta esencia madre en otro frasco de cristal y rellenándolo, seguidamente, con más aceite de almendras dulces.